Yo podría convertirme en un ser anaeróbico si eso me permitiera comerte los labios días enteros.

Fantaseo, más de lo psicológicamente recomendado, que soy un insecto. Un bicho que vuela y que lucha contra el viento y se posa sobre los pétalos más exquisitos de un diente de león, me como las hojas de tus hortalizas y me descubres una mañana mientras esparces rocío embotellado. Tus ojos se asombran y se… Seguir leyendo Yo podría convertirme en un ser anaeróbico si eso me permitiera comerte los labios días enteros.